Por Hanne Engels Esta semana, Ikea se ha ganado al internet con la mejor respuesta a la polémica de las nuevas bolsas de Balenciaga, diseñadas por Demna Gvasalia.

La nueva bolsa de la marca de lujo, que cuesta $2,145 dólares, tiene muchas similitudes con la bolsa para compras que ofrece la tienda de decoración a sus clientes, y la cual tiene un precio de $0.99.

La agencia creativa ACNE se dio a la tarea de crear una graciosa imagen, en la que se leen las instrucciones para identificar la bolsa original Frakta de IKEA ante la «copia» de Balenciaga.

Para muchos la bolsa fue una burla, pero la realidad es que no es la primera vez que un diseñador toma un elemento icónico y lo recontextualiza en un elemento de moda y a un precio mucho mayor.

Otras marcas han sido criticadas por hacer lo mismo, como en 2007, cuando Louis Vuitton vendió bolsas inspiradas en la que utilizan los inmigrantes chinos en Canal Street, en Nueva York.