Por Chucho Martínez David Salomón, orgulloso diseñador de modas originario de Mérida y radicado en Cancún, empieza su carrera en su ciudad natal a los 16 años cuando trabajaba en un taller de costura.

«Era muy bueno para el dibujo, así que mi trabajo era hacer bocetos y recomendarle a la gente combinaciones de telas. El gusto por las combinaciones de colores y texturas es algo que heredamos de mi mamá y mis tías», recordó David cuando comenzamos a hablar de los inicios de su carrera.

A David lo conocí hace 8 años cuando organizábamos el famoso Cancún Moda Nextel. Dueño de una personalidad por demás simpática y vibrante, de inmediato, pudimos hacer click y volveríamos una relación de trabajo en una amistosa entrañable.

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David para mí es de los pocos diseñadores de atelier en México que tienen muy clara su visión y la manera de hacer las cosas, conoce bien a su clienta y fácilmente puedes identificar una prenda que está confeccionada por él. Además del excelente trabajo de patronaje y costura, puedes ver su enorme influencia en las raíces mexicanas y en el orgullo que tiene de ser yucateco.

«Los Yucas somos muy orgullosos de nuestra cultura y nuestras costumbres, entonces crecemos sintiendo que tenemos que ser muy buenos en lo que hagamos. Cancún ha sido la plataforma que me catapultó al mundo y, desde ese día, mi nombre ha estado ligado a este paraíso», explicó con mucha emoción el diseñador.

Favorito de las celebridades mexicanas y asíduo participante de Fashion Week México, le gusta pensar que la mujer que viste es a la que le gusta invertir en su guardarropa y que son importantes en la sociedad donde se desarrollan.


Hace un año aproximadamente, Fashion Week México anunciaba que David Salomon suspendería su participación durante esa temporada. Al principio, no hubo motivo alguno, sino que después el público pudo darse cuenta que David se alejaba de las pasarelas debido a una grave enfermedad, una insuficiencia en la válvula aórtica.

«Es la primera vez que hablo de esto para un medio y para mí esta entrevista fue como una catársis», confesó el creativo.

«Los primeros síntomas fueron en Vail, esquiando… me empezó a faltar el aire. Regresando a México, me fui a ver al cardiólogo y fue cuando me diagnosticaron, y aunque siempre he sido una persona muy práctica y buen paciente, el momento más difícil fue ver a mi familia y a mi gente más querida pasar por algo tan fuerte como es el miedo a perder a alguien que amas».

David tenía que someterse a una operación de corazón abierto y estaba decidido a hacerlo con miedo, pero sin paralizarse.

«Siempre he confiado en Dios y en los médicos, y eso me tranquilizó mucho. La cirugía y la primera parte de la recuperación fue en Cleveland Clinic, donde me operó el Dr. Joseph Sabik, fue ahí que tuve que permanecer un mes hospitalizado, y durante ese tiempo pude darme cuenta en como la verdadera vocación de los doctores hace la diferencia entre ellos y el mundo», agregó conmovido.

David cuenta cómo el doctor tuvo que pasar por 9 horas de operación para dejar la válvula como debía, pues no tenía la intención de implantarle ninguna prótesis mecánica, cuyo resultado hubiera sido más rápido y fácil.

«El doctor no me cambió la vida, me puso de regreso en la mía», aseguró categórico hablando sobre su experiencia.

David Salomón es el claro ejemplo de cómo la vida debe vivirse de manera intensa, pero sobre todo disfrutarse y que el mayor aprendizaje es tomarse el tiempo para que todo ocupe su preciso lugar y momento.

«Hoy, he aprendido a vivir con mi vulnerabilidad, a dejarme cuidar, a dejarme llevar y confiar en que las demás personas también pueden hacer las cosas de la mejor manera. Sigo aprendiendo a ser paciente, sobre todo, conmigo mismo».

Tener un buen seguro de gastos médicos es un consejo que David le da a todos los que puedan pasar por una experiencia como ésta, ¡nunca sabes cuando lo vas a necesitar! y, después de esto, pensar en que muchas veces  cuando escuchamos palabras como “cáncer”, “diabetes” o “VIH” nos paralizamos del miedo.

«Hay que dejar que pase el primer susto –de que pasa, pasa-  y, después, informarnos muy bien. Y ya luego, tomar las decisiones».

David Salomón es un claro ejemplo de que la fortaleza y la fe pueden mover montañas y que hay que mentalizarse en seguir viviendo la vida al máximo tiene su recompensa.

«Recuerda que la vida se trata de tomar riesgos, sin eso, creo que sería como estar muertos», concluyó el diseñador, frase con la que yo no podría estar más de acuerdo.

Larga vida, David, que sigas creando muchas y mejores piezas con ese nuevo corazón que la vida te regaló.

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