Por Chucho Martínez Durante la última mitad del 2016, tuve la oportunidad de comenzar a descubrir -por medio de un gran experto en la materia- lo maravilloso del trabajo artesanal y lo valioso que es para la cultura y la identidad nacional, además de todo lo que implica realizarlo y el gran aprecio que le dan en el extranjero y lo poco que se aprecia en nuestro consumo interno.

En busca de más respuestas y con la intención de conocer más sobre este trabajo, durante mi visita a Oaxaca en el Año Nuevo, una de las experiencias que hacía mayor sentido visitar era el Museo Textil de Oaxaca (MTO), cuya exposición, montaje y propósito me dejó maravillado.

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El museo está enclavado en una casona del siglo XVII, justo en el centro de la ciudad de Oaxaca, y desde el primer momento que entras a esa casa puedes ver las cosas increíbles que dentro albergan. Lo primero que me encontré en el patio central fue una instalación de textiles de la India que jugaban con el color y cuya textura era tan ligera que se movían con el viento que soplaba en ese momento.

En una segunda sala, nos encontramos con una exposición que mostraba textiles artesanales mexicanos en combinación con textiles japoneses, con resultados por demás interesantes; cuando no eres experto en la materia no te imaginas lo interesante y parecido que puede ser la elaboración en una región tan lejana como lo que se hace en Asia y lo que se hace en México.

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Sin duda alguna, la tercera sala fue la que más me impresionó, llena de piezas artesanales realizadas en varias regiones de nuestro país, todas de arte plumario. Una combinación extraordinaria de piezas textiles con plumas de las especies más tradicionales de México se muestran de manera imponente y forman parte del acervo del museo.

El museo se erigió originalmente como un espacio que tiene como objeto rescatar, conservar, exhibir y difundir los diferentes procesos de elaboración de los textiles de Oaxaca, México y el mundo y depende directamente de la Fundación Harp Helú de Oaxaca, organización que en mi punto de vista ha hecho cosas impresionantes por la ciudad y por el estado.

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Y es que cuando empiezas a conocer un poco más del mundo textil puedes llegar a impresionarte grandiosamente, la manera en la que son construídos los textiles en México y el mundo es fascinante, la cantidad de trabajo, las horas de dedicación y lo que más impresiona es la carga emocional y social que sus creadores ponen en la realización de esta labor.

El MTO cuenta con exposiciones temporales, permanentes así como un acervo propio y colecciones privadas muy extensas, lo que lo hace todo un patrimonio mundial en la materia. Además de esto el museo cuenta con varios proyectos para colaborar en la generación de un diálogo extenso en la materia:

  • La hiloteca, que es un área que reúne una infinidad enorme de hilos de algodón para su venta y que ayuda a los poco conocedores como yo a apreciar y conocer los distintos colores, técnicas, así como recibir asesoría en cuanto a combinaciones y tendencias.
  • Expoventas, promueve ventas dentro de sus instalaciones con los creadores originales, lo que ayuda grandemente a crear una conversación entre el público en general y los artesanos para dar a conocer su trabajo.
  • Talleres, el museo ofrece al público en general talleres de todo tipo, con el objeto de que aprendan un poco más sobre el oficio y la manera en la que se elaboran este tipo de textiles. Estos talleres son impartidos por los mismos creadores y cumplen con la misión educativa de la organización.

Sin duda, el mundo textil artesanal es fascinante y contribuye a nuestra identidad y unidad nacional en una medida muy importante, además de ser un patriminio invaluable para la humanidad.

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Hagamos una campaña de apreciación de este oficio, prestemos más atención a este tipo de proyectos, valoremos más el trabajo de los artesanos en nuestro país, evitemos el regateo y hoy más que nunca sintámonos mexicanos orgullosos por tener este tipo de lugares en una ciudad como Oaxaca, promovámoslos y colaboremos por el desarrollo de esta industria que, estoy seguro, nos va a traer muchas cosas por las que sentirnos orgullosos.

¡Que viva México y que viva el Museo Textil de Oaxaca!