A pesar de lo que se cree, comer carne blanca puede llegar a ser tan dañino como consumir carnes rojas, así lo reveló un estudio publicado en American Journal of Clinical Nutrition que determinó que cualquiera de ellas puede aumentar el colesterol.

De acuerdo con Ronald Krauss, quien estuvo a cargo de este estudio, en un inicio pensaron que las carnes rojas tendría mayores efectos negativos, sin embargo “sus efectos sobre el colesterol son idénticos cuando los niveles de grasa saturada son equivalentes».

Por ello, recomiendan que si lo que se desea es nivelar o reducir los niveles de colesterol en la sangre, evitar el consumo de carne, ya sea blanca o roja, además considerar que las proteínas vegetales son mucho más saludables.

También se encontró que consumir productos con altas cantidades de grasas saturadas aumentan la presencia de LDL o colesterol malo, subiendo el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.