Por Karen Luna– La tecnología avanza día con día modificando nuestro estilo de vida. Aunque no lo creas, el fitness es uno de los sectores que se beneficia fuertemente de las innovaciones tecnológicas; la Electroestimulación Muscular es prueba de esto.

Cuando escuché sobre esta #FitnessTrend fue como si mis oídos escucharan magia. ¿Los mismos resultados de hasta 3 horas de ejercicio en tan sólo 20 minutos? Obvio era algo que tenía que probar, así que me lancé a Electro Go -un estudio que ofrece este tipo de entrenamiento- para conocerlo y probarlo.

¿En qué consiste? La Electroestimulación Muscular -EMS, por sus siglas en inglés- es una técnica que utiliza una corriente eléctrica para lograr que más de 400 músculos trabajen al 100% -en el gimnasio trabajan hasta un 25% a 30%-.

¿Cómo funciona? En la práctica te colocas un traje -onda X-Men– con electrodos que se mojan y que está conectado a una máquina con diferentes programas de entrenamiento -construcción muscular, cardiovascular y relajación-.

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En la primera sesión, el entrenador te hará preguntas sobre tu rutina diaria: ¿Acostumbras realizar ejercicio? ¿Qué tipos de ejercicios? ¿Pasas más tiempo sentado o parado en tu trabajo? Esto es para identificar qué tipo de rutina es la más apropiada para ti y fijar un objetivo.

La sesión comienza con la nivelación de los impulsos en cada parte del cuerpo. La sensación es como la de un hormigueo -aquí es importante no hacerse el valiente y detenerse hasta que ya no se aguante- por que la intensidad te acompañará a lo largo del ejercicio. Una vez que los niveles están fijados, va la rutina.

Se inicia con ejercicios de calentamiento y, después, series de 8 -sentadillas, lagartijas, pesas, Bosu, TRX, etc.- Mientras realizas las repeticiones, sentirás cómo tus músculos responden tanto al ejercicio como a los impulsos eléctricos.

Durante toda la sesión el instructor te motiva y corrige para que los movimientos sean realizados correctamente y puedas obtener los mejores beneficios de la sesión.

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A pesar de que son sólo 20 minutos -que se pasan rapidísimo-, terminas como si hubieras estado ejercitándote por mucho más de eso. La buena noticia es que al final podrás disfrutar de unos minutos en el programa de relajación, en el que los impulsos contraen y sueltan para oxigenar el músculo y relajarlo. Después de unos minutos, el metabolismo se activa y te llenas de energía.

Al siguiente día, te sientes cansado -como cuando vas al gimnasio después de mucho tiempo- peeeero el segundo y tercer día entenderás físicamente el por qué de la comparación de 3 horas de ejercicio.

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Good to know… del experto Bruce Chang

¿Para quién es la Electroestimulación Muscular?
Es para todas las personas, menos gente con problemas de corazón, epilepsia o embarazadas.

¿Con qué otro ejercicio se complementa?
Es importante saber que la electroestimulación muscular no es una práctica a futuro, es un complemento que te ayudará a alcanzar un objetivo en un tiempo determinado. Una vez alcanzado el objetivo, el mantenimiento es realizando ejercicio convencional.

¿Con qué frecuencia se debe realizar?
Dependiendo de qué tanto ejercicio practiques. Por ejemplo, una persona que normalmente realiza ejercicio puede esperar resultados realizando una sesión por semana. Sin embargo, alguien con una rutina más sedentaria necesitará 2 sesiones por semana.

¿Y porqué no más?
Como todo en la vida, el exceso de esta práctica puede traer graves consecuencias, tal es el caso de un fuerte desgarre -o hasta la muerte- del músculo y problemas con el corazón y riñón. Además, el efecto de los impulsos se siente hasta el segundo o tercer día, por lo que se sugiere hacerlo máximo 2 veces a la semana.

¿En cuánto tiempo puedes esperar resultados?

Los resultados dependerán del metabolismo de la persona y del objetivo que se haya fijado con el entrenador. Un dato muy importante es que esta práctica ¡es ideal para trabajar zonas difíciles! Sin embargo, no estamos hablando de magia, por lo que, si tu objetivo es perder peso, deberás de llevar también un plan de alimentación pensado para esto.

Fotos: Alan Aldana