–Por Paulina García– Debbie Wingham, mejor conocida como la diseñadora más cara del mundo realizó un pastel de una novia de tamaño real, el cual tiene un costo de 1 millón de dólares.
El vestido es comestible en su totalidad, fue hecho a mano detalle a detalle, incluyendo las pequeñas flores y perlas, para el tocado de la novia fueron utilizadas perlas y brillantes de 3 quilates.
La diseñadora británica ha creado diferentes obras que han costado hasta 50 millones de dólares, como zapatillas, vestidos con brillantes negros, abayas con diamantes rojos.