Por Eduardo Román- Con más de 20 años en el mercado global y ventas que actualmente rondan las 700 mil unidades anuales, la CR-V es sin duda uno de los pilares de Honda, lo que no es la excepción en México.
Esta generación quiere conservar el planteamiento racional y práctico que siempre ha caracterizado al modelo. Es ahí que los detalles como puertas traseras con una apertura de hasta 85 grados, un piso prácticamente plano en la segunda fila o un acceso bajo a la cajuela, cuyo portón se abre o se cierra de manera eléctrica al pasar el pie por debajo de la defensa -sólo Touring-, solución ya empleada en rivales como la Ford Escape.
Serán tres versiones las que estén a la venta en México: EX, Turbo Plus y Touring. La primera mantiene el cuatro en línea 2.4 litros aspirado de inyección directa de su predecesora, con 184 caballos y un torque de 244 Nm a 3,900 rpm. Por su parte, las dos restantes llevan un 1.5 turbocargado que ya usa el actual Civic, aunque con 188 caballos y 242 Nm.
En cuanto a equipamiento, todas las CR-V tienen seis bolsas de aire, control de estabilidad o control de presión de llantas.
A partir de la Turbo Plus hay faros antiniebla, detector de somnolencia y bajo nivel de atención del conductor, mientras que las Touring agregan una cámara en el espejo retrovisor derecho que asiste los cambios de carril al desplegar una imagen de activar el intermitente y luces LED para todas las funciones.
Los precios para la CR-V en México parten de los $389,900 pesos para la EX, sigue la Turbo Plus en 449,900 y cierra la Touring en $489,900.
