Por Irina Máximo– Probablemente la has visto en algunas tiendas especializadas gourmet, naturistas y orgánicas, representada por su salsa macha y el branding único que distingue a La Comandanta, pero este proyecto mexicano es mucho más que un producto.
La problemática del campo mexicano y los cultivos nativos de nuestras tierras está creciendo cada día más, gracias a las enormes empresas de consumo masivo. Los campesinos y artesanos de los granos mexicanos se han visto en la necesidad de dejar a un lado el cultivo de semillas y cosechas ancestrales por la falta de consumo de las mismas. Por eso, Silke German, fundadora y directora de La Comandanta, procura identificar, rescatar y promover auténticos alimentos mexicanos cosechados y elaborados por pequeños productores, a quienes les ayuda dándoles difusión y voz a través de esta gran iniciativa.
En México existen más de 200 genotipos de frijol silvestre y más de 4,000 variedades nativas o criollas, semillas que han pasado de generación en generación. Muchas están en peligro de extinción porque quienes las han producido ancestralmente se han visto en la necesidad de dejar estos cultivos por no saber promoverlos en un mercado de consumo que cada día está más orientado a la venta masiva, dejando a un lado los cultivos de producción local.
Este proyecto busca que cada vez más hogares mexicanos conozcan y consuman la riqueza de los alimentos sin refinar, sin colorantes, sin conservadores y prueben el sabor y la calidad de los alimentos nacionales.
Algunos son productoras de chocolate ancestral de Guerrero, recolectores de Chiltepín Silvestre en la sierra de Sonora, productores de piloncillo granulado en San Luis Potosí, campesinos de frijol tradicional en Tlayacapan, entre otros.
Todos los productos de La Comandanta los puedes conseguir en su tienda en línea, dónde además encontrarás recetas típicas. Sin duda, es un proyecto que no sólo debemos apoyar, si no compartir con nuestros amigos y familiares para rescatar cada vez más las tradiciones mexicanas.