Por Alan Aldana– En medio del descanso de la euforia deportiva, y ante millones de espectadores, Stefani Joanne Angelina Germanotta -alias Lady Gaga– hizo su aparición en el escenario más famoso del mundo, y no decepcionó en lo absoluto. Ofreció un espectáculo magnífico, a la altura de la artista excéntrica, multifacética y creativa que la ha llevado hasta donde está.
Desde la cima del Texas Astrodome, Gaga hizo un statement político bastante discreto, al interpretar lgunas líneas de ‘This Land is Your Land’ , el anti-himno patriótico del izquierdista cantautor Woody Guthrie -¿quién dijo que no le haría un guiño a Trump?-Posterior a esto, la arriesgada cantante se lanzó desde lo más alto para empezar el medley de sus más famosas canciones. Después de los guiños a «Dance in the Dark«, «Paparazzi» y «The Edge of Glory«, empezó la primera canción, su no.1 «Poker Face«.
Entre sus fieles bailarines, luces, fuego y brillos, Gaga hizo transición a «Born This Way«, haciendo de nuevo otro statement político discreto, al interpretar su oda al orgullo LGBT. Le siguieron «Just Dance» y «Telephone» -sin la embarazada Beyoncé, tristemente- en donde los asistentes seguían bailando eufóricamente.
Las luces se apagaron, y le siguió su single más reciente de su último disco Joanne -«Million Reasons«- donde las personas levantaron sus teléfonos y luces led para cantar a pecho su nueva balada. América, mundo, espero estén disfrutando este show y sean felices, dijo la cantante.
El setlist terminó con la canción más Gaga por excelencia, «Bad Romance«. Después de un cambio de vestuario a algo «acorde al evento», Lady Gaga bailó con placer y emoción su hit más enorme. El número final culminaba con ella encima de una plataforma entre llamas, sólo para terminar saltando de nuevo al vació. La cantante demostró con esto su legado en la música pop.
