Por Karen Luna–  La gastronomía mexicana es una de las más ricas y bastas del mundo. Desde la cocina prehispánica hasta la contemporánea, las tradiciones culinarias mexicanas encierran un universo de sabores y aromas dispuestos a deleitar hasta al más exigente de los paladares.

Con el tiempo, técnicas, secretos y savoir faire han sido transmitidos de generación en generación logrando formar a los máximos exponentes de la cocina, creadores de originales e innovadoras propuestas culinarias.

Los siguientes chefs han probado ser creativos insaciables y expertos en el arte culinario.

 Elena Reygadas /  Rosetta

Una de las chefs del momento en México, reconocida con el premio Veuve Clicquot como la Mejor Chef Mujer de América Latina de 2014. Elena es una enamorada de la cocina clásica italiana. A la chef del conocido restaurante Rosetta, lo que más le da satisfacción es compartir lo que hace con personas que aprecian lo artesanal, lo hecho a mano, la comida sencilla y rica.

 

Jorge Vallejo /  El Quintonil

Un joven rebelde e impulsivo que, tras un castigo impuesto por haber sido expulsado de la preparatoria, conoció el gusto por la cocina. Su destino lo llevó a ser discípulo del galardonado Enrique Olvera. A través de la cocina, Jorge busca que el comensal recuerde quién es y de dónde viene; que cada platillo lo lleve a un lugar familiar.

Martha Ortiz Chapa / Dulce Patria

Su cocina busca ir más allá de la mezcla perfecta de aromas, texturas y sabores. Se nutre de experiencias de vida, de la contemplación de la belleza, de la sensualidad, del gozo de ser mujer y de las relaciones personales. Para Marta, su misión en el mundo es regalar belleza.

Ricardo Muñoz Zurita / Azul Histórico

Ricardo es un amante de la cocina mexicana comprometido con las tradiciones. Ha plasmado en varios libros su trabajado de investigación, rescate de recetas y técnicas apenas transmitidas de generación en generación lo que le ha valido el apodo de “antropólogo de la cocina mexicana”.

Eduardo García / Máximo Bistrot y Lalo! 

Eduardo ha logrado imprimir su sello gastronómico en la ciudad en poco tiempo y a una corta edad. Para el tapatío, la cocina viene del corazón y el proceso de creación es llevado a cabo entre el paladar y el cerebro.

 Con información de mexico.mx