Por El Influencer– Los mejores restaurantes, sin duda, se caracterizan por su oferta gastronómica, pero ¿qué mejor que consentir el paladar y la vista al mismo tiempo?
Asiate, Nueva York
Se trata del restaurante del Hotel Mandarin Oriental, ubicado en el piso 35 del edificio. Sus ventanas te permiten disfrutar de una increíble vista al Central Park y las calles de la ciudad sin todo el caos que se vive abajo. El menú está a cargo delchef Toni Robertson, que ofrece sutiles sabores asiáticos mezclados con una formación clásica francesa.
Il Pirata, Praiano, Italia
Una terraza construida sobre las rocas de una ensenada, ubicada en la costa de Amalfi. ¿Qué más necesitas?
Limo, Cuzco, Perú
Se encuentra dentro de una hacienda estilo colonial, por lo que al pedir una mesa en el balcón, puedes gozar la vista a la plaza de la Ciudad mientras disfrutas de un lomo salteado (marinado con pimiento amarillo) y los mejores pisco sours.
Sierra Mar, Big Sur, California
Si de verdad quieres disfrutar de este lugar situado sobre un acantilado a 1.200 pies de altura, el mejor plan es cenar antes de la puesta del sol.
El menú de cuatro platos con precio fijo cambia diariamente, combinando influencias asiáticas, francesas y mediterráneas con ingredientes orgánicos de temporada.
Ambrosia, Santorini, Grecia
En el borde del cráter volcánico de Santorini en el pueblo de Oia, las mesas de este restaurante dirigen la vista hacia el azul del mar Egeo.
De la carta, los platillos van desde calamares bebé al pesto hasta chuletas de cordero con salsa de menta o camarones con mango a la parrilla.
Le Jules Verne, Paris
En el segundo nivel de la Torre Eiffel, el menú, a cargo del chef Alain Ducasse, es una propuesta moderna de los famosos franceses con un toque moderno y la lista de vinos es 100 por ciento producto de este país.
Felix, Hong Kong
El impresionante paisaje urbano de Hong Kong en el piso 28 del Hotel Peninsula, ¿otra razón? El restaurante fue creado por el diseñador vanguardista Philippe Starck.
El menú contemporáneo ofrece platos de temporada como lubina cocinada lentamente con mousse de camarón negro y cordero australiano a la parrilla.
Una casa de dos pisos sobre una media luna de arena dorada en un acantilado, ¿no suena casi como poesía?
La carta incluye platillos que antes se servían solamente a la realeza en el Gran Palacio; el Panaeng Ped (pato con lichi) y Goong Lai Sarong (camarones envueltos en fideos fritos) son algunas de las opciones que destacan.