Por Eduardo Román- Como todo MINI, su imagen simpática nos hace recordar épocas infantiles. A primera vista no evidencia su deportividad con el emblema JCW, los rines específicos y algunas tomas de aire extra en las fascias. Es al pisar el acelerador cuando esta fierecilla, ansiosa de ser domada, presume a todos a su alrededor su energético corazón.

Los John Cooper se habían distinguido por ser rígidos. La dureza que exige se conserva, pero ahora la suspensión está muy bien equilibrada con rines de 18 pulgadas y llantas de perfil 40, deberemos circular con cuidado ante la amenaza que implica caer en un bache sin llanta de refacción y solo las runflat para salir del paso.

minijcwconvertible06_0

Cuenta con modos de manejo “Green” y “Mid”, pero es en “Sport” cuando el seductor sonido del escape ruge y “petardea” gozoso, invitando al conductor a hundir más el pie derecho; tiene un empuje que parece no disminuir, el JCW presume ser el MINI más potente a la fecha.

Todas las sensaciones son fantásticas, sin embargo, al compararlo con el MINI S Convertible, se nota que en rebases y dinamismo en curvas el JCW es superior. Hay rubros en aceleración en recta y frenada donde el MINI S lo supera.

¿Un Cooper S muy bien logrado o un JCW que se queda corto? En cualquier caso, la diferencia de $65 mil pesos dotará de mayor diversión al afortunado que se haga de este “pequeño”.