El miedo de muchos, que te entierren o incineren y todavía estar vivo. ¿Creías que no puede pasar? Acompáñame a ver esta triste historia.

Esto sucedió el 24 de enero en Chaco, Argentina.

Una señora de 89 años fue declarada muerta por un paro cardiorespiratorio, en un hospital privado, y como debe ser, el cuerpo fue entregado a sus familiares con el acta de defunción.

Minutos antes de ingresar el cuerpo de la señora al horno de cremación, su hija fue a reconocer el cuerpo y ¡TRAZ! La mamá abrió los ojos y la volteo a ver, al acercarse, la hija se dio cuenta que todavía respiraba.

Hoy la señora está en terapia intensiva en otro hospital y ya hay una denuncia contra el hospital privado de donde salió, por malas prácticas.

Así es que si eres de los que tiene el trauma de que te entierren vivo, todavía puede pasar.