Por Karen Luna–  El patrimonio de arquitectura y diseño de la CDMX está enraizado en las artesanías, tradiciones plásticas y el arte popular, sin embargo, su preconcepto trasciende a medida que la ciudad avanza hacia su condición de Capital Mundial del Diseño 2018.

Para conmemorar esta ocasión, el curador Mario Ballesteros presenta México Ciudad Diseño: Pasado, Presente, Futuro, una exploración al pasado, presente y futuro de la Ciudad de México en un trío de exposiciones bajo el título que se presentarán durante los próximos dos años en el Archivo Diseño y Arquitectura.

Ubicado en una casa obra del artista y arquitecto Arturo Chávez Paz, construida en 1952 sobre la calle General Francisco Ramírez en la colonia Ampliación Daniel Garza -cerca de los barrios de Tacubaya y San Miguel Chapultepec- Archivo Diseño y Arquitectura es un espacio donde, a través de exposiciones, talleres y demás actividades, se busca propagar la cultura de dichas disciplinas en México.

Mario Ballesteros, director de la institución, comienza el recorrido con el presente abarcando tres temas que conforman la identidad de diseño de la ciudad: Inventores Informales, Nueva Artesanía y Más Allá de la Función.

Una encantadora estética retro surge en Inventores Informales, incluyendo cámaras recicladas, prendas de vestir que crean sonido a través de los movimientos corporales y una cama de plástico desmenuzado dispersa a través del espacio lleno de luz, creación de los diseñadores PALMA.

La siguiente sección celebra artesanías dinámicas y técnicas nativas a través de las lámparas orgánicas de Juan José Nemer y Mauricio Álvarez -hechas de molinos de chocolate de madera- y la silla y otomana de Ricardo Casas para Notwaste -hecha de paneles OSB reciclados y tejidos de caucho-.

Los diseños más contemporáneos se encuentran en la sección final. Las obras son de carácter experimental y futurista: la mesa  Mob del estudio Porin -fabricada con una mezcla de mármol, pino y latón- y una percha que asienta a las ideas japonesas de armonía y gracia y vasijas sopladas de Diego Vides Borrell.

Los tres sectores plasman un paisaje de objetos familiares y extraños, un verdadero re-descubrimiento de los talentos creativos de la ciudad.