Por Eduardo Román- La última propuesta de Maybach, luego de dejar de existir como marca en forma para pasar a ser el acabado más exclusivo de Mercedes-Benz, se asienta ahora sobre la Clase G.
Rescata la carrocería convertible, aunque aplicable sólo para las plazas posteriores, mientras que un motor V12 haya acomodo una vez más en el cuadrado vano frontal, esta vez, llevado hasta los 630 hp suficientes para hacer una 0 a 100 km/h en menos de seis segundos pese a su aerodinámica de rascacielos, culpable en parte que la velocidad máxima se limite a 180 km/h.
Los enormes rines de 22 pulgadas son apenas adecuados gracias al amplio perfil 325/55, de ahí que requiere de estribos desplegables para ayudar a los menos altos o ágiles para escalar hasta el exterior.
La distancia entre ejes es más de medio metro más larga que en la G extendida lo que da más espacio para los cuatro pasajeros que puede alojar. Mientras que la primera fila cuenta con un techo rígido fijo, la segunda cuenta con una lona que al retirarla de manera automática, deja un hueco tipo pick-up abierta.
Para justificar el nombre Maybach, las plazas traseras deslizables (donadas por el Clase S) cuentan con multitud de configuraciones bitono, así como pespuntes con forma de rombo, consola central calefactable, asientos con masaje, calefacción y refrigeración incluso para los posavasos, bandejas tipo avión y sistema de ventilación de regulación independiente.
Otras opciones incluyen mamparas de cristal que se puede opacar para mayor privacidad, guanteras traseras, copas para champaña y dos pantallas de 10 pulgadas.