Desde 1989, cada invierno en Suecia llega acompañado de un mágico lugar que existe gracias a las heladas temperaturas de la región. Se trata del Icehotel, un lugar esculpido a partir de masas de agua congelada provenientes del río Torne, que se convierte en tan sólo un recuerdo con la entrada de la primavera.

Sin embargo, este año el efímero lugar mantendrá sus bajas temperaturas, aún con la llegada de los grados más cálidos, gracias al debut del primer Icehotel 365.

Con ayuda de energía solar, la temperatura interior del Icehotel 365 estará a 23 grados Fahrenheit, lo que permitirá que las 11 suites del hotel, la galería y el bar conserven sus impenetrables muros de hielo durante todo el año.

El fundador del Icehotel, Yngve Bergqvist, es un apasionado de la sostenibilidad y la belleza y frescura del río Torne situado en los alrededores de la ciudad de Jukkasjärvi, a tan sólo 124 millas por encima del Círculo Polar Ártico. En este lugar, los meses de verano son iluminados por el sol de forma equivalente a 100 días consecutivos. Bergqvist y su equipo se dieron cuenta de que los paneles solares podrían acumular esta casi constante luz del día para alimentar los mecanismos de refrigeración necesarios y mantener helado un edificio durante todo el año. Pronto descubrieron que en realidad, la energía era más de la necesaria para esto, por lo que decidieron utilizar el excedente para alimentar otros edificios como el restaurante y sus oficinas.

El Icehotel original, con sus 15 suites de arte (hechas por artistas), 20 salas de hielo y capilla de hielo, continuará viendo la vida cada invierno, para después volver al río durante la primavera. Pero para los viajeros que buscan una manera fresca de relajarse, el Icehotel 365 es el lugar ideal.