Al terminar un día de trabajo muchas veces lo que queremos es llegar a casa, dormir profundamente, descansar y despertar con la mejor actitud al día siguiente, sin embargo, para algunos conciliar el sueño es todo un reto.
Existen muchas formas de poder dormir como quisiéramos, desde medicamentos controlados hasta disciplinas de relajación, lo que seguramente ayudará por un tiempo, pero tenemos una mejor opción para ti.
Esta rutina es recomendable hacerla sentado a la orilla de la cama y se trata de algo tan sencillo como respirar, pero respirar de la manera adecuada para equilibrar ambos hemisferios del cerebro.
Cierra la fosa nasal derecha con el pulgar derecho e inhala lentamente por la fosa nasal izquierda.
Cierra ligeramente la fosa nasal izquierda con el dedo anular y el meñique para que ambas fosas nasales se mantengan cerradas por un momento.
Abre tu fosa nasal derecha y exhala lentamente, luego inhala despacio por el mismo lado.
Cierra suavemente la fosa nasal derecha con el pulgar derecho y has una pausa por un momento mientras mantiene ambas fosas nasales cerradas nuevamente.
Abre tu fosa nasal izquierda y exhala lentamente; luego inhala lentamente en el mismo lado
Repite varias veces antes de dormir.
Con cada exhalación, deja ir las preocupaciones e inquietudes del día y al inhalar piensa en la paz que llevas a tu interior.