Por Karen Luna– Con el año nuevo viene la oportunidad de dejar malos hábitos, aprender cosas nuevas y finalmente decidirte a hacer algo que llevas un tiempo postergando.
Si uno de tus propósitos de año nuevo fue darle la oportunidad al yoga, pero en tu primera visita al estudio te enfrentaste a una infinidad de estilos que ni sabías que existían ¡no te desesperes! La experta en el tema Karla Avelar, health coach, socia y maestra en Green Yoga, nos habló sobre algunos de los estilos más conocidos y para quiénes están dirigidos.
Antes que nada, es importante que identifiques qué es lo buscas de tu práctica: relajarte, hacer ejercicio físico o ponerte en contacto con tu lado espiritual. Sin haber definido esto, hay un gran riesgo de que tu primera experiencia sea muy diferente de lo que tenías en mente y termines por decirte que no es para ti, sin embargo, puede ser simplemente que practicaste un estilo que no era el más adecuado para ti. Si esto pasa, la recomendación es tener paciencia y darle una oportunidad a diferentes estilos; seguro habrá uno -o más- del que terminaras enamorándote.
Ashtanga
¿De qué se trata? Es el estilo más vigoroso y físicamente demandante. Se ejecuta a través de una serie invariable de poses, entre ellas saludos al sol, flexiones e inversiones.
¿Para quién? Para las personas que les gusta una práctica dinámica que requiera fuerza y resistencia. Si eres una persona a la que le gusta realizar una rutina repetitiva que te permita medir tu avance, entonces ashtanga es para ti.
Hatha
¿De qué se trata? Este estilo combina posturas -o asanas en sánscrito- con técnicas de respiración -o pranayama-. Su objetivo es desarrollar la flexibilidad, el equilibrio y la integración de la respiración con cada movimiento. Es una practica relajante y reparadora.
¿Para quién? Para personas metódicas que buscan profundizar su conocimiento en alineación y que buscan una práctica relajante y activa al mismo tiempo. En hatha el tiempo en cada postura es más largo que en otros estilos, por lo que es ideal para quienes buscan desarrollar la paciencia y tolerancia.
Vinyasa
¿De qué se trata? Este estilo es también conocido como el yoga de la energía. Consiste en realizar secuencias de posturas de pie y sentado a un ritmo acelerado para desarrollar fuerza, flexibilidad y equilibrio.
¿Para quién? Para personas que les gusta fluir realizando una práctica dinámica y creativa que nunca es igual.
Kundalini
¿De qué se trata? Esta forma de yoga fue desarrollada para calmar la mente y energizar el cuerpo a través del movimiento, el canto de mantras y la respiración. El objetivo es liberar la energía kundalini que los devotos creen que está almacenada en la base de la columna vertebral.
¿Para quién? Para personas que buscan una práctica más espiritual y que les gusta cantar.
Bikram
¿De qué se trata? El fundador de este estilo, Bikram Choudhury, popularizó es estilo de hot yoga en la década de 1970. Para imitar el clima de la ciudad natal de su fundador en el norte de la India, los estudios se calientan a 42º con un nivel de humedad del 40%. El calor ayuda a relajar los músculos aumentando su capacidad de estiramiento. Cada clase de 90 minutos incluye una serie de 26 posturas repetidas dos veces acompañadas de ejercicios de respiración. Este método es un entrenamiento integral que incluye: fuerza muscular, resistencia muscular, la flexibilidad cardiovascular y pérdida de peso.
¿Para quién? Para las personas que les gusta un rutina invariable y que toleran altas temperaturas. Personas que buscan trabajar la flexibilidad.
Power Yoga
¿De qué se trata? Es la interpretación estadounidense del ashtanga yoga. Esta disciplina combina estiramiento, entrenamiento de fuerza y respiración meditativa. Cada movimiento pasa al siguiente continuamente, por lo que es una intensa sesión de ejercicios aeróbicos.
¿Para quién? Para las personas que buscan un trabajo cardiovascular, intenso y vigoroso.
Yoga Restaurativa
¿De qué se trata? Es una práctica suave basada en las posturas de Hatha. La relajación, la respiración y el trabajo con soportes o apoyos son las base de este estilo que busca reparar y renovar al cuerpo y la mente.
¿Para quién? Para atletas de alto rendimiento que buscan recuperar su cuerpo para poder realizar mejor otras disciplinas. Ideal para yoguis intermedios y avanzados que buscan profundizar su práctica. Para personas con lesiones, sobrepeso, o muy estresadas. En dos palabras: para todos.