Por Santiago González Llado– Hay personas que tienen toda la vida quejándose de sus cejas y yo soy una de ellas. Son delgadas, escasas y -tal cual mi color de cabello natural- son castañas rojizas y difícilmente se ven. Por eso, intento todo para que se vean normales, desde sombras o lápices hasta rímel para cejas.
Una tarde comiendo con mi hermana, me comentó acerca de un tratamiento llamado micropigmentación, una técnica de tatuado de ceja pelo por pelo.
Empecé a investigar qué era, quién se lo había hecho y si se veía natural. Me topé con muchas personas que sabían y se lo habían hecho. El 85 por ciento me recomendó a Silvia Galván Image Studio. Así que me animé.
Agendé una cita en el estudio de la Condesa, en donde me presentaron a Bianeteg Salgado, una de sus profesionales expertas en micropigmentación, quien rápidamente me hizo sentir en confianza -pues debo confesar que estaba muy nervioso por la aguja-.
Primero, diseñó la ceja ideal para mi rostro, después, me aplicó una crema para anestesiar el área. Limpió los vellos sobrantes y, finalmente, comenzó:
- Es un método muy sencillo y sin riesgo. Sirve para mantener las cejas bien delineadas -en mi caso rellenar los espacios vacíos-.
- Utilizan pigmentos minerales y bipoalergénicos a nivel epidérmico, con una duración aproximada de 9 meses. Es un proceso indoloro porque trabajan con una crema anestésica que adormece el área.
- Se realiza con las medidas más altas de higiene y esterilización. Es completamente seguro y te dan un trato personalizado.
- Al micropigmentar tus cejas, obtienes los siguientes beneficios: afinas los rasgos faciales como la nariz y el mentón, te da un efecto óptico de mejillas mas delgadas y logras simetría en tu rostro.
Aunque es levemente doloroso, no puedo estar más feliz y vale la pena totalmente porque mis cejas lucen súper naturales y mi rostro mucho mejor que con cualquiera de las técnicas que he probado antes.
Si no estas seguro de hacerlo, te recomiendo que lo intentes, no importa si eres hombre o mujer. Si no estas cómodo con un detalle tan importante como las cejas, -¡arréglalo!-.